lunes, 22 de julio de 2013

Por una sonrisa.


"El reino de los cielos está reservado a los amantes de la música". Johann Valentin Rathgeber.

La vida es suma de momentos, perspectivas futuras y aprendizaje pasado, no puedo sentir sin pensar y no puedo pensar sin sentir

No puedo vivir sin determinación. Asumo las consecuencias de lo que hago desde el punto de vista de que la perfección no existe, pero la superación es una obligación. Aprender de los demás, no buscar conflicto pero no dejar pasar lo injusto. Me gusta estar informado y trato de ser íntegro e independiente, lo cual no quita que sin compartir lo que soy la vida me aburra sobremanera. La incoherencia no la tolero. Me llenan las cosas sencillas pero sueño con conocer mundo y viajar cuando se puede. Tiendo al romanticismo en la belleza de las pequeñas grandes cosas y momentos de la vida, pero tengo los pies en el suelo. Entiendo la vida como una prueba diaria pero no me gusta que me pongan a prueba sin motivo ni las estrategias y malas intenciones predeterminadas. Creo en la ilusión y en la belleza de los retos, pero también suelo prepararme para redoblar esfuerzos cuando vienen dificultades sobrevenidas o provocadas. Si soy errático, trato de resolverlo. Me gusta dialogar, confrontar ideas, generar debate, trato de ser comprensivo salvo cuando es imposible serlo y si hay algún problema, no esconderse es la mejor forma de solucionarlo o aminorarlo. No me gusta aburrirme ni hacer cosas que dejen la sensación de haber perdido el tiempo. Por una sonrisa especial y sana puedo decir que merece la pena vivir, si bien una sonrisa falsa no la esconde ni el más bello rostro. Iniciativa siempre, tanto en mí como en quienes me puedan rodear, pues no habrá dos vidas para tenerla a aquella persona de la que me enamore y la que se enamoró de mí.




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