viernes, 26 de julio de 2013

El tren de la muerte.


Que se sentirá al saber que ya no se va a estar...

Vivimos cada momento como si fuéramos a vivir toda la vida, hacemos daño, nos alejamos de las personas que queremos con la esperanza de una reconciliación, y hasta un odio desmedido que nos olvidamos que los demás existen.

Hoy salimos de nuestra casa, cómo saber si se va volver, cómo darse cuenta que tendré el mañana o el después para disculparme, decir te amo, decir te quiero, decir gracias por todo lo que me diste hoy...

A veces es difícil pensar en la muerte, soy sentimental y me encanta todo lo que está aquí escrito, todo lo que me rodea me gusta, me gusta la gente, me gusta leer lo que piensan y hablar con las personas que creen que tienen algo importante que decir.

Estar vivo es solo un estado, a cada momento, alguien que le encontraron una enfermedad terminal, alguien que nunca tuvo nada y que antier murió, o que tuvo una enfermedad y está muerto en vida...

Qué tristeza... solo en 15 días, he visto personas cercanas sufrir por enfermedades encontradas y despedirme de una de ellas que fui su compañera de trabajo... realmente vale la pena estar acá, hacer una vida tener hijos y tener que sacrificarlos porque se ha acabado el tiempo y tengo que irme...

Pienso tanto en esta navidad, cada año está llena de felicidad, todos tan alegres, personas con quien salí alegremente a celebrar la navidad fuera de mi hogar. Alguien que creí sería mi compañero en el devenir de mis días.

Hoy solo están tristes, pensativos, angustiados a la expectativa de que va pasar...todas estas familias están rotas; se sienten impotentes; desoladas, porque las lagrimas son de dolor y desesperación de no poder haber estado tan cerca como le hubiera gustado estar. Pero la vida es eso, un misterio para vivirla y no para resolverla.

Solo le pido a Dios fortaleza para todos y la fuerza divina que alumbre su camino, camino para nada fácil a todos los familiares del trágico y fatídico tren de la muerte.

Solo quería compartir con ustedes lo que pienso en este día, un día después de la tragedia fatídica de aquellas personas que confiadas subieron aquel tren y que meditemos sobre nuestro estado, y que si tienes algo para decir hazlo hoy, mañana no sabes si existas o si existe ese alguien que hace rato querías expresarle todo lo que sentías... Dios está contigo. O en quién creas o lo que creas que te guía cada paso en este inmenso mundo lleno de misterio.
 

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