lunes, 15 de julio de 2013

CUENTO NOVENO: La muñeca de Antoñita.



        Antoñita era una niña muy soberbia. Se irritaba por cualquier cosa; pero solía pagar muy caras sus rabietas. Un día jugando con una muñeca, y porque se le cayó al suelo empezó a golpearla. Su hermanita, que lo oyó, le dijo:

-¿Por qué tratas de ese modo a la  muñeca? ¿No te da vergüenza enfadarte de ese modo con una muñeca de madera? ¿Has perdido el juicio?

Antoñita la tomo entonces con su hermana y echó a correr tras ella; pero, cegada por la ira, tropezó contra la mesa y se hizo un chichón del tamaño de una nuez.

El médico dijo después:

-Si llega a darse un dedo más abajo, se hubiera vaciado un ojo.-

Es la ira una pasión tan mala, niña hechicera, que al mejor convierte en fiera y en monstruo sin corazón. 



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