martes, 23 de julio de 2013

Parte de la vida III-El grupo: Un niño observador.



        Sentado en el jardín, a la sombra de la verde parra, D. Lucio contemplaba el bullicioso juguetear de sus queridos hijos.

        Era aquél un rincón adorable en que, a los encantos de la naturaleza, uníanse las dulces expansiones de una familia poco menos que patriarcal.

        El abuelito dormitaba tendido plácidamente sobre una silla de tijera; la madre, joven aún, repasaba la ropa blanca y, sin interrumpirse en su labor, dirigía continuamente amorosas miradas a todos aquellos seres predilectos de su corazón; tres niños rubios, sonrosados, sanotes, corrían por los enarenados andenes, alegrándolo todo con sus gritos; las rosas, los nardos, las clavelinas y las flores de azahar perfumaban aquel ambiente de paraíso.

        De pronto, el mayor de los niños, Ricardo, muchachote recio, de mirada inteligente, de ojos vivos y perspicaces, se dirigió a D. lucio y preguntóle con graciosa curiosidad:

        -Papá: las bestias no hablan, como nosotros; pero he observado que hay hombres que no tienen tanto talento como alguno de esos animalillos.

        -¿Y en qué te fundas, querido Ricardín?- Respondió D. Lucio.

-Te lo diré. A mí me parece que nuestro perro Sultán sabe más cosas que Ruperto, el mozo de la cuadra. Ruperto mira al suelo cuando le hablas, y no entiendo nunca lo que dice: parece que gruñe. Sultán acude siempre saltando y con la cabeza alta. Casi me figuro que adivina cuanto queremos. Sultán lo aprende todo y hace muchas monadas; en cambio, Ruperto no hace más que tonterías, y tú mismo le llamas torpe.

        -¡A ver, a ver-dijo, admirado, el padre.- Me gusta ese espíritu de observación: ¿Qué más?

        -Pues, Sultán juega con Avelina y con Eudaldo, y, siendo tan chiquitines, se ve que procura no hacerles daño. Ya ves, ellos le pegan, le tiran de las orejas o del rabo, y él no hace más que exhalar un quejido, y luego, cuando le sueltan, les lame las manos y, a veces, el rostro. Ruperto se dirige a las mulas casi siempre enfadado, y a menudo  les da azotes ¿No te parece que Ruperto debería ser Sultán y el perro mozo de cuadra?

        -No, hijo mío, porque entonces Sultán trataría a tus hermanitos como el mozo a sus mulas; pero a pesar de esa diferencia que notas, Ruperto es superior a tu perro. Ciertamente, hay muchos hombres como nuestro mozo, que parecen inferiores a los animales; pero es porque no se han educado, porque no se han instruido; tiene el alma aletargada, dormida. Para evitar este peligro, los niños han de trabajar desde pequeños; de lo contrario, cuando hombres, son ignorantes, rudos y desagradables.

        -Ya lo comprendo, papá: he ahí por qué mis hermanitos hacen daño a Sultán: no saben lo que hacen. Ruperto es como un niño aún, porque no le han enseñado a ser hombre. Bueno, y ¿Cómo se aprende a ser hombre?

        D. Lucio, contestó sonriente:

        -A tu edad, yendo a la escuela; aplicándose en el estudio de las lecciones, y prestando atención a las enseñanzas del maestro.

        Ricardo meditó un instante, y, abrazando a su papá añadió:

        -Perdóname; desde hoy no volveré a pedirte que me dispenses de ir a clase y me lleves a pasear contigo. No quiero parecerme a Ruperto, que, siendo hombre, parece menos inteligente que nuestro perro Sultán.

        El hombre debe educarse e instruirse, para evitar que se le confunda con los animales irracionales.

        El trabajo asiduo, la aplicación constante y la obediencia a nuestros padres y maestros, son los medios de alcanzar la perfección.

        ¿Qué cuadro presentaba el jardín de D. Lucio? Explíquese que se veía allí.

        -Ricardo era un espíritu observador: ¿Por qué?

        ¿Qué quiere decir espíritu observador?

        ¿Qué dijo Ricardo a su papá haber observado?

        ¿Le complació a D. Lucio que su hijo se fijase en estas cosas?

        ¿Por qué es conveniente observar siempre?

        ¿Qué más dijo Ricardo haber observado?

        ¿Eran acertadas las razones de Ricardo? ¿Por qué?

        ¿Cómo aprenden los niños a ser hombres?

        ¿Qué resolución hizo Ricardo?

        ¿Qué os parece este niño?

        ¿Llegará a ser hombre de provecho? ¿Por qué lo será?

        ¿Próvido?

        ¿Dormitar?

        ¿Predilecto?

        ¿Lo contrario de predilecto?

        ¿Andén?

        ¿Azahar?

        ¿Muchacho recio?

        ¿Exhalar?

        ¿Aletargado?

        ¿Rudo?

        ¿Lo contrario de rudo?

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