viernes, 26 de julio de 2013

¡Nochebuena, con los viejos!

Parte de la vida I-El individuo-La familia: Los viejos.

        ¿Qué piensan esas frentes tristes y heladas, inclinadas al suelo trémulamente?

        ¿Qué piensan esas frentes apenumbradas al crepúsculo frío del occidente?

        Son viejos los pobres viejos temblones, melancólicos viejos contemplativos, que tienen lacerados los corazones y están siempre cansados y pensativos.

        Son los pobres ancianos que tienen frío, que tienen siempre sueño y están callados, que hablan con un acento dulce y sombrío y miran con los ojos medio cerrados.

        Son las últimas tristes flores tardías del árbol de la vida que se deshojan, son flores amarillas sin alegrías que todos los inviernos al suelo arrojan.

        Los viejos se acurrucan junto a la lumbre, tienen miedo del frío, miedo del viento, y viven en la inercia y en la costumbre con la tristeza fija de un pensamiento.

        Pasean los jardines por la mañana, toman el sol de invierno que les caldea, aman la voz amiga de la campana que les llama a la dulce misa de la aldea.

        Tienen gratos recuerdos que les halagan horas de triste monotonía, y, al amor del recuerdo, los pobres vagan por el pasado lleno de lozanía.

        Todo es triste en los viejos octogenarios. Tan cerca ven la muerte, siempre temida; cuando están cabizbajos y solitarios, piensan cuán velozmente pasa la vida.

        Casi ninguno ríe; todos suspiran; sólo los abuelitos están risueños cuando, junto a los nietos, absortos miran la alegría y  el juego de sus pequeños.

        ¡Pobres viejos temblones que tenéis frío! Padres de nuestros padres, ¡pobres abuelos! Sentaos a la vera del amor mío, que es lumbre que os protege de vuestros hielos.

        Somos los nietos vuestros que tanto os quieren; somos el calor vuestro, vuestra alegría; cuando todos os dejan, todos os hieren, somos vuestro consuelo, vuestra energía.

        Los viejos se consuelan infantilmente; mas luego miran tristes la lejanía pensando, al sol que muere por Occidente:

        -¡Ay! ¿Quién verá mañana la luz del día?

J. Ortiz de Pinedo.



Preceptos morales:

        ¿Qué preguntamos de los viejos?

        ¿Quiénes piensan?

        ¿Qué tienen los viejos que piensan? ¿Cómo hablan? ¿Cómo miran?

        ¿Qué son los viejos?

        ¿Dónde se acurrucan los viejos? ¿Por qué? ¿Cómo viven?

        ¿Qué hacen los viejos? ¿Qué aman?

        ¿Qué recuerdan los viejos?

        ¿Por qué están tristes los viejos octogenarios? ¿Qué piensan cuando están solos y cabizbajos? ¿Cuándo están contentos?

        ¿Qué se suplica a los viejos? ¿Para qué?

        ¿Qué son los nietos para con los abuelos? ¿Qué son más? ¿Es duradero su consuelo? ¿Qué piensan cuando el sol va a su caso?

Lenguaje:

¿Penumbra?

¿Apenumbrado?

Crepúsculo?

¿Melancolía…melancólico?

        ¿El corazón lacerado?

        ¿Acento sombrío?

¿Vivir en la inercia?

¿Monotonía?

¿Octogenario?

¿Cabizbajo?

¿Mirar absorto?

¿Sentarse a la vera de…?

¿Lejano…lejanía?

¿El Occidente?

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