miércoles, 10 de julio de 2013

La sonrisa de una madre.



Ciertamente, son hermosísimas las estrellas que brillan en el cielo en una noche serena y silenciosa, y las flores que embalsaman el aire con sus perfumen y esmaltan la pradera con sus colores vivos y delicados.

        Pero hay algo aún más hermoso que todo esto: la sonrisa inefable de la madre ante la cuna de su hijos dormidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario