viernes, 12 de junio de 2015

Las religiones y sus clérigos fanáticos.


“Un Dios compatible con la ciencia”.

Actualmente nadie puede demostrar la existencia o inexistencia de un creador del universo. Así que ambos casos son probables. La probabilidad que se asigne a dicha existencia depende de cada quien, sin embargo afirmar que es cero (ateos) es tan dogmático como  afirmar que es uno (creyentes). Por ello, sin aceptar o negar su existencia, puede uno preguntarse qué características podría tener dicho creador para que fuera compatible con todo lo que científicamente conocemos del universo, de la naturaleza y de nosotros mismos. La respuesta podría ser:

Si acaso existe Dios y creó este maravilloso universo, debe ser todopoderoso, sabio, lleno de bondad y de justicia. Él sería muchísimo más grande que los "libros sagrados" de todas las religiones (plagados de errores, falsedades, contradicciones y absurdos), y habría creado las leyes naturales que conducen a todos los impresionantes fenómenos que observamos a nuestro alrededor, incluyendo al ser humano (con su libre albedrío, su consciencia y su uso de razón; cuyo esclarecimiento constituyen un enorme reto para la Ciencia).

El ser humano puede decidir su papel en la naturaleza, desde su convivencia armoniosa hasta su autoeliminación. El creador podría medir el grado de apreciación y comprensión que tenemos de su obra, y estaría identificando a los inocentes y a los culpables del sufrimiento y la destrucción de la tierra (clérigos incluidos).

Ser bueno es, simplemente: no dañarse a sí mismo, ni a los demás, ni a la naturaleza (con esto estarían de acuerdo los dioses de todas las religiones). Y, si Dios existe, castigará a los malos, no a los buenos, crean o no crean en él, pues de otra manera sería un Dios vanidoso, intolerante e injusto.

Pero, si ese magnificente Dios existe, puede uno preguntarse:¿envía Él los desastres naturales (temblores, erupciones, huracanes, inundaciones, sequías, etc.) en los que tanta gente inocente muere o queda desamparada?

La respuesta sería que, al igual que con las enfermedades y los accidentes, esa es su manera de decirnos que debemos estar preparados, como individuos y como sociedad, para convivir con la naturaleza; que debemos conocerla muy bien científicamente para poder evitar y combatir las enfermedades, prevenir accidentes, y poder prever y actuar en los desastres naturales. Debemos, además, ser buenas personas en todo momento, así siempre estaremos listos para la hora de partir.

Vemos entonces que para tener una vida plena y feliz, sin prejuicios ni temores, basta con ser buenos, esforzarse por conocer el mundo real, y construir sociedades justas y humanitarias que aprovechen y respeten la naturaleza.

Esta podría ser la base de una Religión Científica, que unifique a todas las demás, que haga a un lado la intolerancia, que acabe con tanta secta peligrosa y absurda, y elimine la superstición y charlatanería que tanto engaña y perjudica a la gente. (Esto es solamente una sugerencia para las religiones existentes actualmente)

Las anteriores conclusiones se basan en la experiencia, uso de razón, sentimientos, y conocimientos. Este probable Dios Científico, compatible con  todo nuestro conocimiento científico del mundo y de nosotros mismos, no exige que se crea en él ni que se le esté agradeciendo ni alabando continuamente, ni requiere intermediarios; únicamente nos pide conocer y respetar su obra (nosotros incluidos). De esta manera no habría diferencia entre creyentes, escépticos, agnósticos, ateos, clérigos y científicos; solo la habría entre buenos y malos (con sus respectivos matices).

El problema no es Dios, sino las religiones y sus clérigos fanáticos. 
Gracias por tan bello escrito“ Ad Gut-Gar.



viernes, 5 de junio de 2015

¿Cómo preparar una ensalada de gambas y aguacate?

Para los que nos gustan los aguacates.
Ingredientes:
-un manojo de escarola rizada, canónigos y radicchio.
-medio aguacate pequeño.
-nueve gambas.
-diez cubitos de hielo.
-2 tomates cherry.
-4 rodajas de pepino.
-una hoja de laurel.
-aceite de oliva.
Preparar una salsa rosa.
-una cucharada de brandy.
-una cucharada de salsa de tomate.
-una cucharada de mahonesa.
-sal y pimienta.
Preparación:
-Colocamos una olla para hervir el agua y el laurel. Retiramos la olla del fuego y añadimos las gambas peladas. Luego los colocamos en hielo. Hasta preparar nuestra base de la ensalada.
-La mitad del aguacate, le retiramos la piel con una cuchara.
-los tomates cherry, lo partimos en dos.
-En un plato hondo, vamos a poner el manojo de escarola rizada, canónigos y radicchio. En el contorno de la ensalada vamos alternando el pepino y el tomate.
-Colocamos el aguacate encima de ésta base. Luego, agregamos seis gambas dentro del mismo. Pero que sobresalga del aguacate las mismas.
-Las tres gambas restantes, las cortamos en taquitos pequeños para decorar la ensalada.
-Mezclamos los ingredientes de la salsa rosa en un bol pequeño y ligamos todo, hasta que quede una mezcla ligera.
-Finalmente, decoramos nuestra ensalada de aguacate con la salsa rosa.
¡Listo, a comer se ha dicho!





¿Cómo hacer una ensalada caprese?


Ensalada caprese.
Ingredientes:
-1 tomate de pera.
-un queso mozzarella de 75 gramos,  fresco.
-aceite de oliva.
-diez hojas de albahaca.
-una rama de perejil.
-aceite de oliva.
-sal y pimienta.

Preparación:
Cortamos en rodajas de medio centímetro de grosor el tomate y el queso.
Preparación del aceite de albahaca. Machacamos en el mortero la albahaca y la mezclamos con una cucharada sopera de aceite.
Éste mismo proceso hacemos con el perejil, para hacer un aceite con perejil.
Ahora vamos a emplatar nuestra ensalada. Decoramos el fondo del planto con el aceite perejil. Luego montamos encima de éste alternando una rodaja de queso y una de tomate.
Finalmente le añadimos por encima un pizca de sal y pimienta al gusto. Finalizado esto, le agregamos el aceite de albahaca encima de nuestra ensalada caprese. Y decoramos con unas hojas de albahaca y un tomate cherry.

Listo, a disfrutarla.