Paquito y Andrea, sentado sobre la
hierba, comían nueces, que cascaban con los dientes.
Una
viejecita que pasaba por allí los vio y dijo:
-¿Veis
mi boca, que esta desdentada?
Los
niños respondieron que sí.
-¿Queréis
que la boca se os ponga como a mí?
Ellos
respondieron que no.
-Pues
bien-dijo la viejecita;-no rompáis las nueces con los dientes. Por hacerlo yo
cuando era como vosotros, he perdido los dientes. Ahora no puedo mascar bien.
Ahora no puedo comer lo que quiero, y estoy enferma.
Los
niños dieron gracias a la buena viejecita por su advertencia, cogieron una
piedra, y cascaron con ella las nueces.
¿Quieres
gozar de salud y conseguir larga vida?
No
abuses de tus potencias, organismos y energías. Porque vive el hombre menos
cuando vive muy de prisa.
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