Dos hermanitos disputaban por si era de
uno o de otro un pájaro que entre los dos habían cogido. En medio de la disputa
se escapó el pájaro. Quisieron cogerle, pero el gato anduvo más listo que
ellos, se lo comió.
Los
dos hermanos se volvieron cabizbajos a su casa, y aprendieron a conocer que
entre dos litigantes, el tercero es el que saca provecho.
Pleitos
tengas y los ganes dijo un gitano:
Maldición
que lanzaba, nunca ha fallado. No quieras pleitos, aunque al fruto renuncies de
tus derechos.
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