martes, 16 de julio de 2013

La magia del alba.


Antes del crepúsculo de la mañana naciente es todo incertidumbre. La magia del alba llena de esperanza a quien la contempla. Cuando el Sol asoma es el momento de plantear el deseo porque se materializa la luz. Al mediodía se desatan los agravios y los trances por el furor de la sangre alterada. En el crepúsculo del ocaso es la hora de deshacer los entuertos, hacer las paces con el mundo y perdonarse a uno mismo. La noche ya se encargará de purificarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario