miércoles, 31 de julio de 2013

Parte de la vida IV-La humanidad-La Sociedad.



Debeos ser sociables, es decir, tener afectos y simpatías para con todo el mundo. Para ello, es preciso portarnos con mucha amabilidad, con exquisita cortesía; disimular, en lo posible, las faltas de los otros, y enmendar nuestros defectos, que son las causas que pueden hacernos repulsivos a los ojos de los demás.

El hombre ha sido creado para vivir en sociedad. Todas sus facultades, todas sus aptitudes, todos sus deseos, le inclinan al trato y alianza con sus semejantes; tanto es así, que no hay mayor castigo que la reclusión, esto es, obligar al hombre a vivir con la soledad por única compañera.

Y si las necesidades de nuestra alma nos llevan al trato con nuestros semejantes, igualmente nos une a ellos las necesidades de nuestro cuerpo, hasta el extremo de que, sin el auxilio de los otros, la vida sería imposible.

El conjunto de nuestros semejantes constituye la sociedad; luego la existencia de la sociedad es absolutamente necesaria para todos y, por lo mismo, tenemos el deber de contribuir a su sostenimiento y dignificación.

Antiguamente, la patria y la sociedad quedaban limitadas a la población en que vivía el individuo. La patria es hoy nuestra nación, y nuestra sociedad, el mundo entero, de lo cual se deduce que el mismo respeto y consideraciones que debemos a nuestros compatriotas, los debemos, igualmente, a los extranjeros.

Todo pueblo, toda nación tiene sus autoridades y sus leyes. No será buen ciudadano quien no respete y obedezca las primeras y quien no cumpla las segundas. Tenedlo bien presente: las naciones más prósperas, las más ricas, las en que se goza mayor suma de bienestar son, precisamente, aquellas en que los ciudadanos son más respetuosos con las autoridades y más fieles guardadores del cumplimiento de las leyes.

Por egoísmo propio, debemos esforzarnos, pues, en el cumplimiento de los deberes que tenemos para con la sociedad.

Amar a nuestros semejantes.

Respetar las opiniones ajenas.

Cumplir las leyes de nuestra patria y las de la nación extranjera en que, accidentalmente, nos hallaremos.

Preceptos morales:

¿Qué quiere decir ser sociable? ¿Cómo lo seremos? ¿Por qué es necesario serlo?

¿Qué necesidad irresistible siente el hombre? ¿Cuál es su mayor castigo?

¿Qué es la sociedad? ¿A qué estamos obligados para con ella?

Los conceptos patria y sociedad, ¿Se entienden hoy como antiguamente?

Las autoridades y las leyes ¿A qué conduce el respeto a las autoridades y el cumplimiento de las leyes patrias?

¿A qué se reduce el cumplimiento de los deberes sociales?

Lenguaje:

¿Simpatía?

¿Lo contrario de simpatía?

¿Cortés? ¿Lo contrario de cortés?

¿Repulsión…repulsivo?

¿Facultad?

¿Aptitud?

¿Compatriota? ¿Lo contrario de compatriota?

El delito de apropiación indebida...


...viene regulado en los artículos 252 a 254 del Código Penal.

Es un delito económico que protege el patrimonio de los particulares castigando diversas modalidades delictivas: (i) no dar el destino pactado al bien recibido, (ii) quedarse con un bien encontrado sin dueño conocido o (iii) no devolver lo recibido por error.

Tiene ciertas similitudes con el delito de estafa:

·         Existe un límite mínimo en el importe pues ha de tratarse de dinero, efectos o valores cuyo valor exceda los 400 €.

·         Tiene las mismas penas a imponer: desde 6 meses hasta un máximo de 8 años de prisión, para el caso en el que concurran determinadas circunstancias que agraven el tipo penal.

·         Las circunstancias que pueden agravar el tipo penal son también las mismas que se prevén para la estafa:

1.      Recaiga sobre cosas de primera necesidad, viviendas u otros bienes de reconocida utilidad social.

2.      Se perpetre abusando de firma de otro, o sustrayendo, ocultando o inutilizando, en todo o en parte, algún proceso, expediente, protocolo o documento público u oficial de cualquier clase.

3.      Recaiga sobre bienes que integren el patrimonio artístico, histórico, cultural o científico.

4.      Revista especial gravedad, atendiendo a la entidad del perjuicio y a la situación económica en que deje a la víctima o a su familia.

5.      Cuando el valor de la defraudación supere los 50.000 euros.

6.      Se cometa abuso de las relaciones personales existentes entre víctima y defraudador, o aproveche éste su credibilidad empresarial o profesional.

7.      Se cometa estafa procesal. Incurren en la misma los que, en un procedimiento judicial de cualquier clase, manipularen las pruebas en que pretendieran fundar sus alegaciones o emplearen otro fraude procesal análogo, provocando error en el Juez o Tribunal y llevándole a dictar una resolución que perjudique los intereses económicos de la otra parte o de un tercero.

El subtipo agravado de la apropiación indebida, además de las penas de prisión de hasta 8 años, llevará aparejada una pena de multa de 6 a 12 meses, cuya cuota diaria se establecerá dependiendo de la capacidad económica del acusado.

Las modalidades del delito de apropiación indebida que consisten en apropiarse de los bienes de dueño desconocido o no devolver aquello que se recibe por error solo llevan aparejada pena de multa de 3 a 6 meses, e igualmente con una cuota diaria que se calcula en atención a la capacidad económica del acusado.

Las penas de prisión son las que determinan el plazo de prescripción de la apropiación indebida. Así, el tipo básico de la apropiación indebida tendrá un plazo de prescripción de 5 años, mientras que el tipo agravado tendrá un plazo de prescripción de 10 años.

Según la jurisprudencia reiterada del Tribunal Supremo, el delito de apropiación indebida, en su modalidad más grave y que lleva aparejadas penas de prisión y que castiga dar un fin distinto a los bienes recibidos, se configura de la siguiente manera:

«El delito de apropiación indebida, tanto en el CP/1973 (art. 535) como en el vigente CP/1995 (art. 252) se caracteriza por los siguientes requisitos

a) Una inicial posesión legítima por el sujeto activo de dinero, efectos o cualquier cosa mueble.

b) Un título posesorio determinativo de los fines de la tenencia, que pueden consistir esencialmente en la guarda de los bienes, siempre a disposición del que los entregó –depósito–, o en destinarlos a algún negocio o alguna gestión –comisión o administración–

c) El incumplimiento de los fines de la tenencia, ya mediante el apoderamiento de los bienes, ya por no darles el destino convenido, sino otro determinante de enriquecimiento ilícito para el poseedor –distracción–

d) Un elemento subjetivo denominado ánimo de lucro, que se traduce en la conciencia y voluntad del agente de disponer de la cosa como propia o de darle un destino distinto del pactado, determinante de un enriquecimiento ilícito (SSTS de 10-2-1992, 20-6-1997 y 14-10-1999, entre otras).»

 

El ánimo de devolución posterior a la apropiación no excluye el dolo, pero puede constituir la impunidad por desistimiento voluntario en las formas imperfectas de ejecución o de la atenuación en los casos de arrepentimiento posterior a la consumación.

 

martes, 30 de julio de 2013

Parte de la vida I-El individuo-La familia: Manolillo y su criada.



No podéis imaginaros una casa tan risueña y feliz como la casa de D. Manuel.

En ella, todo es paz y armonía.

Las costumbres de la familia son, verdaderamente, patriarcales.

Nada falta en aquel cuadro hermoso: el abuelito; fuerte aún, de barbas blancas, en que enredan sus dedos los chiquitines, mientras les entretiene contándoles cuentos deliciosos; la madre hacendosa, en cuyo rostro están marcadas suavemente la bondad y la ternura; la criada que cuidó de D. Manuel cuando éste vino al mundo, y no salió nunca de allí.

En fin, que aquello es un verdadero paraíso con todos sus encantos.

El único ser que hace fruncir el ceño, de cuando en cuando, a D. Manuel, es el primogénito, por ciertas manifestaciones de orgullo y crueldad que nota en su carácter.

Si no entretiene persiguiendo mariposas, coge gusarapos, atormenta lagartijas, pesca al gato y lo tira sobre las narices del perro, ata una sartén a la cola de éste, o da un baño ruso al felino. Manolito se goza martirizando a los indefensos animales.

Además, hace llorar a sus hermanos; es irrespetuoso con el abuelo y altanero y cruel con la criada, a quien hace sentir, constantemente, su inferioridad y humilde condición.

-¡Aquí no hay criados!-díjole un día, indignado su papá. – Teresa me llevó en brazos y te llevo a ti. Le debes agradecimiento por lo que te ha servido, y respeto por sus años. El criado, por otra parte, es un individuo más de la familia, y como tal debe tratársele.

Ha transcurrido algún tiempo.

¿Qué ocurre, ahora, en casa de D. Manuel, en aquella casa antes tan apacible?

Todo es trastorno y angustia en ella. El abuelo está en un rincón con la cabeza baja; la madre llora; D. Manuel se pasea dando zancadas por el piso.

¿Qué es ello? ¿Cómo aquella casita blanca, tan alegre, tan llena de sol, está, ahora tan triste y ennegrecida?

D. Manuel ha experimentado grandes pérdidas en sus negocios; sólo le quedan la casita y el predio, y habrá que vender la casa si no apronta una importante cantidad.

Hasta Teresa, la buena y fiel Teresa, que conocía todos los secretos de la familia, hacía dos días que faltaba de la casa, y este acontecimiento acrecentaba la intranquilidad de todos.

En esto se presentaba la criada y dice:

-Señorito, perdone si me he ido sin pedirle permiso; es la primera vez en mi vida. Vengo del pueblo y de casa del notario, donde yo tenía todos mis ahorros. Vea usted.

Y la buena mujer entregó una nota del notario que importaba una gran cantidad.

Era la salvación, más D. Manuel se negó a recibir el dinero.

-Pero, D. Manuel: ¿Para qué me sirve? Si nos echan de esta casa, yo me moriré en seguida. Ha sido siempre mi casa, y no podré vivir en otra.

D. Manuel vacilaba todavía; más tuvo que ceder ante las súplicas y lágrimas de aquella mujer bendita.

Entonces, el buen señor cogiendo de la mano a Manolillo, le dijo, lleno de emoción:

-Ya lo ves, hijo mío, como no podemos ser orgullosos con los que nos sirven. Besa los pies a Teresa: es justo agradecer a los que trabajan por nosotros, los males que nos evitan.

Y en aquella casita blanca, sigue luciendo todavía el sol de la felicidad.

Los tesoros pueden agotarse. Lo que no se agota nunca es la riqueza del corazón. Sed nobles y generosos.

Debemos tratar a los inferiores con cariño, pues todos somos, igualmente, hijos de Dios.

Preceptos morales:

¿Qué pasaba en la casa de D. Manuel?

Describid la dicha de aquella familia.

¿Qué preocupaba solamente a D. Manuel?

¿Qué instintos se descubrían en Manolillo? ¿Qué hacía? ¿Qué dijo cierto día su papá? ¿Qué ocurrió tiempo después?

¿Cómo se salvo la casa de la ruina?

¿Qué lección dio D. Manuel a su hijo?

Lenguaje:

¿Casa risueña? ¿Lo contrario de risueño?

¿Costumbres patriarcales?

¿Hacendoso?

¿Fruncir el ceño?

¿Primogénito?

¿Altanero? ¿Lo contrario de altanero?

¿Pasearse dando zancadas?

¿Predio?

¿Notario? ¿Notaria? ¿Notariado?

lunes, 29 de julio de 2013

Sentimientos desde el corazón hacía los sentidos.


Cada día que paso a tu lado es genial, yo sigo con la misma ilusión que empecé nuestra relación y viviendo cada momento como único.

Eres la persona más importante de mi vida, soy feliz gracias a ti, eres el mejor hombre que he conocido. Siempre te echo de menos cuando no te veo por tu eres mi vida y quiero compartir toda mi vida contigo.

Estar contigo es vivir todos los días inolvidables. Lo pasamos mejor, disfrutamos junto de nuestro gran amor.

Gracias por estar conmigo en los buenos y malos momentos. Te quiero cada día más, eres único y quiero estar toda mi vida a tu lado. ¡Te amo!

Para mí no ha pasado el tiempo desde que tuve la chorra de encontrarte, el tiempo sigue pasándose igual de rápido o más, y siempre hay un motivo para que cada día sea único y especial.

Me has demostrado que eres insuperable, siempre estas con una sonrisa, y te has introducido en mi modo de vida mejorándolo y aportando frescura y diversión.

Así que prepárate para seguir haciendo actividades imprevistas, descubriendo fricadas, viendo pelis, visitando nuevos lugares, recibir vídeos del amor, etc. Porque te quedan muchos más días que celebrar conmigo, ¡te amo!
 

España-Galicia-Tren-Descarrilado-Maquinista-¿Factor humano?


Madrid, 25 julio (AF). El tren siniestrado es un Alvia, que circula por las mismas vías que los de la red de alta velocidad española, aunque su velocidad es inferior a los "AVE".

Según ha informado la Red Española de Ferrocarriles (RENFE) en el tren viajaban 247 viajeros, además de 4 miembros de la tripulación.

El accidente de tren ocurrido anoche en Galicia. En el que murieron al menos 77 personas y 130 resultaron herida. Los principales medios de comunicación internacionales, que hablan de la peor tragedia ferroviaria ocurrida en décadas en este país.
 
El accidente ocurrido cerca de la ciudad española de Santiago de Compostela, noroeste. El tren "circulaba al doble de la velocidad permitida" cuando sufrió el accidente. Rescate de las víctimas y el estado en el quedaron los vagones. La tragedia que vive España es indescriptible.

Al menos ocho vagones del tren, que circulaba entre Madrid y la ciudad gallega de El Ferrol, se salieron de la vía.

¿De nada sirven las grandes inversiones realizadas por las autoridades españoles en las últimas décadas en la construcción de líneas ferroviarias de alta velocidad y el bajo nivel de siniestros que registra el país?

Pero el factor humano es el que hay que mirar con lupa y vista de águila. Muchos maquinistas son responsables de estas tragedias, debido al consumo de drogas.


El conductor del convoy superaba en más del doble el límite de la velocidad permitida cuando el tren descarriló. "Voy a 190 kilómetros por hora, dijo el maquinista del tren accidentado en España”.
"Hay una reducción muy grande de velocidad a la entrada de esa curva porque vienes de una velocidad de 200 km/h y tienes que reducir a 80 en un punto kilométrico concreto y dependes solo del factor humano. No hay nada técnicamente que te impide la velocidad

El maquinista no recibe información en la cabina y que es necesario conocer bien el recorrido para realizarlo correctamente y sin riesgo.

"No avisan nada de velocidad, sólo el factor humano, eso es una reducción de velocidad que tienes que hacer tú manualmente, no te dicen nada en cabina, nada. Cuando sales de la señalización de alta velocidad empiezas a frenar (...) te quedan como cuatro kilómetros para la curva, y empiezas a frenar hasta reducir la velocidad. Todos los maquinistas tenemos que conocerla".

Según cálculos realizados por Reuters, se tarda poco más de un minuto en recorrer cuatro kilómetros a una velocidad de 200 km/h.

Estos convoyes están conducidos únicamente por una persona sobre la que recae toda la responsabilidad con un tiempo de reacción reducido.

El maquinista, de 52 años, es un veterano con 30 años de experiencia. El tren tomó la curva, marcada con un límite de velocidad de 80 kilómetros por hora, a más del doble de la velocidad permitida, según medios.
 
"El error humano siempre es una posibilidad, y en defensa de los errores humanos tenemos a la tecnología... pero es muy difícil saber lo que podría haber pasado sin, por ejemplo, haber oído lo que dijo el maquinista en ese momento", Descartan la hipótesis de un atentado".
 

Este accidente, el primero registrado en una línea de la red de alta velocidad en España, es uno de los más graves en la historia del país.

Además es el más grave y con mayor número de víctimas mortales de todos los siniestros de tren ocurridos en el mundo en lo que va de 2013, pues supera en número de víctimas a las 47 del tren cargado con hidrocarburos que el 6 de julio explotó en Lac-Megantic (Canadá).

¡Cuántas palabras y detalles se han dejado de expresar...estamos muertos...no podemos expresar nunca más nuestros sentimientos y deseos...esa es la vida, un misterio para vivirla y no para resolverla!

 
 
 







 
 
 

viernes, 26 de julio de 2013

" ¡Qué bonita eres!"


Un profesor de la Universidad años atrás nos dijo: "Chicos, el amor no existe, es pura invención". Intrigada por la duda, le pregunté a una señora casada ¿El amor existe para usted? Me respondió: "Solo una vez, hace 20 años... ¡pero te aseguro que por mi esposo no siento amor!" ¡Paaasss! Suficiente.

Les pregunté a varias personas que si alguna vez habían experimentado el amor en su vida y cuál había sido la diferencia entre una simple atracción y el amor.

Bueno, varias personas coinciden en que el trato de la otra persona es fundamental. Una amiga me decía que te pasas todo el día pensando en esa personita especial.

Otra me decía algo interesante: que después de darse cuenta de la atracción que sentía, aterrizaba sus sentimientos y se preguntaba si estaba dispuesta a vivir con esa persona y tolerar sus defectos. Porque de las virtudes  ni hablamos.

Si era capaz de aceptarlo, era amor. Si no, no...¡Te das cuenta de que no es amor cuando no tienes ganas de besarlo! Me decía otra chica.

Y muchas personas coincidían en que no era fácil definir el amor. Muchas chicas coincidían en que era una sensación, de adentro, que se sentía en el pecho y el corazón.

Una amiga me decía que es estar en la misma sintonía, es interesarse enormemente en la otra persona... y sentir que la piel se electriza a su sólo contacto ¡guau!

Otra amiga me dice que piensa que es amor, porque se deja dominar por él, cuando ella antes era la que había dominado a sus demás parejas.

La mayoría me confiesa que solo una o dos veces han experimentado en su vida el amor... bueno, no faltó la amiga que me dijera que... ¡4 veces se había enamorado!

Yo esperaba escuchar características especiales de la otra persona, que hacían despertar el amor.

Pero descubrí que la emoción y sensaciones que despiertan en el cuerpo y ser interior, son las señales para que alguien defina una experiencia como amor de otra que no lo es.

Y tiene que ver con que te sientas totalmente cómodo con tu pareja, siendo tu mismo.

¿Sabes qué? Concluyo que el amor existe, pero que es mucho más sencillo, que por querer complicarlo muchos no lo encontramos. He tenido la suerte de encontrarlo dos veces. El primero fue sublime, el segundo no lo mejoró, pero tampoco se igualo.

Es una magia, es un hechizo que nos seduce súbitamente como bandido y nos flecha el corazón irremediablemente...

Son instantes en que nuestro ser y nuestro corazón se funde en un sentimiento de ternura, atracción y armonía con la otra persona, al mismo tiempo.

Pienso que todo el significado del amor no se puede congelar con una palabra, así como la palabra "arcoíris" no puede capturar todo el color y la belleza que contiene...

¿Sabes que acabo de descubrir? Que sí he experimentado el amor en mi vida, y varias veces...

Recuerdo aquellos bellos paseos bajo las hermosas noches estrelladas de Guayaquil, con mi lindo y hermoso Fernando, y cuando él súbitamente me detuvo, tomó mi cabeza entre sus manos y sin más me besó diciéndome:" ¡Qué bonita eres!" Y después de un respiro, de manera tierna me susurró:"¡Que fácil eres de querer!" Y me besó nuevamente. Y hoy he traído a mi recuerdo que no era mi abuelo el que me había dicho bonita, sino que además, habías sido tú, el que me enseño a ser mujer, o lo intentaste.

O con mi desconocido, que después de haberme compartido su más grande secreto, y de corazón haberle apoyado incondicionalmente, nos abrazamos, y ya nos habíamos soltado cuando a él le envolvió un deseo de volverme a abrazar, regresó para entregarme unas rosas, con sus manos acaricio mi rostro sutilmente, con sus brazos efusivamente rodeó mi cintura y refugió su cabeza en mi pecho y diciéndome: "Algún día te diré lo que significas para mi" saliéndole del alma…eso creo…

¡Recordar es volver a vivir! Y son momentos que, a su recuerdo, me envuelven de ternura, amor y bellas sensaciones.

Son instantes que me sentí en sintonía con el sentimiento de aquellas maravillosos amigos, que me entregaron su amor con un abrazo, con un beso, con una palabra...

Recuerda que... ¡el amor si existe! Una vez más se ha quedado conmigo.

Ecuador-Sentido pésame-Víctimas accidente ferroviario-España-Santiago de Compostela.




 

¡Nochebuena, con los viejos!

Parte de la vida I-El individuo-La familia: Los viejos.

        ¿Qué piensan esas frentes tristes y heladas, inclinadas al suelo trémulamente?

        ¿Qué piensan esas frentes apenumbradas al crepúsculo frío del occidente?

        Son viejos los pobres viejos temblones, melancólicos viejos contemplativos, que tienen lacerados los corazones y están siempre cansados y pensativos.

        Son los pobres ancianos que tienen frío, que tienen siempre sueño y están callados, que hablan con un acento dulce y sombrío y miran con los ojos medio cerrados.

        Son las últimas tristes flores tardías del árbol de la vida que se deshojan, son flores amarillas sin alegrías que todos los inviernos al suelo arrojan.

        Los viejos se acurrucan junto a la lumbre, tienen miedo del frío, miedo del viento, y viven en la inercia y en la costumbre con la tristeza fija de un pensamiento.

        Pasean los jardines por la mañana, toman el sol de invierno que les caldea, aman la voz amiga de la campana que les llama a la dulce misa de la aldea.

        Tienen gratos recuerdos que les halagan horas de triste monotonía, y, al amor del recuerdo, los pobres vagan por el pasado lleno de lozanía.

        Todo es triste en los viejos octogenarios. Tan cerca ven la muerte, siempre temida; cuando están cabizbajos y solitarios, piensan cuán velozmente pasa la vida.

        Casi ninguno ríe; todos suspiran; sólo los abuelitos están risueños cuando, junto a los nietos, absortos miran la alegría y  el juego de sus pequeños.

        ¡Pobres viejos temblones que tenéis frío! Padres de nuestros padres, ¡pobres abuelos! Sentaos a la vera del amor mío, que es lumbre que os protege de vuestros hielos.

        Somos los nietos vuestros que tanto os quieren; somos el calor vuestro, vuestra alegría; cuando todos os dejan, todos os hieren, somos vuestro consuelo, vuestra energía.

        Los viejos se consuelan infantilmente; mas luego miran tristes la lejanía pensando, al sol que muere por Occidente:

        -¡Ay! ¿Quién verá mañana la luz del día?

J. Ortiz de Pinedo.



Preceptos morales:

        ¿Qué preguntamos de los viejos?

        ¿Quiénes piensan?

        ¿Qué tienen los viejos que piensan? ¿Cómo hablan? ¿Cómo miran?

        ¿Qué son los viejos?

        ¿Dónde se acurrucan los viejos? ¿Por qué? ¿Cómo viven?

        ¿Qué hacen los viejos? ¿Qué aman?

        ¿Qué recuerdan los viejos?

        ¿Por qué están tristes los viejos octogenarios? ¿Qué piensan cuando están solos y cabizbajos? ¿Cuándo están contentos?

        ¿Qué se suplica a los viejos? ¿Para qué?

        ¿Qué son los nietos para con los abuelos? ¿Qué son más? ¿Es duradero su consuelo? ¿Qué piensan cuando el sol va a su caso?

Lenguaje:

¿Penumbra?

¿Apenumbrado?

Crepúsculo?

¿Melancolía…melancólico?

        ¿El corazón lacerado?

        ¿Acento sombrío?

¿Vivir en la inercia?

¿Monotonía?

¿Octogenario?

¿Cabizbajo?

¿Mirar absorto?

¿Sentarse a la vera de…?

¿Lejano…lejanía?

¿El Occidente?

Parte de la vida I-El individuo-La familia: Lucas el ciego.


 

        Ved ahí cuán triste es la historia del ciego Lucas, ese pobre viejo que anda, a lo mejor, sin lazarillo y sin perro por las calles.

        Muchos años atrás, muchos, pues pasa ahora de los sesenta, erase un muchacho como vosotros.

        Pertenecía a una de las casas más ricas del lugarejo próximo.

        Tenía el entonces Luquitas, una abuela, anciana respetable, bondadosa si las hay entre todas las abuelas que adoran a sus nietos; pero la buena señora, por su mucha edad, caminaba penosamente y de poco le servía el báculo. Había menester de un brazo en qué apoyarse.

        A Luquitas le encargaba su papá, muchas veces, que acompañara a la abuela a dar un paseo: no sólo porque aquél tenía ocupaciones urgentes, sino para corregir un defecto reprensivo en su hijo.

        Y sí lo era; reprensible y muy feo.

        Obedecía refunfuñando y hacía, de muy mala gana, aquella obra tan hermosa de prestar fuerza a la ancianidad, de darle un reflejo de nuestras alegrías, que es como darle un rayito de sol.

        Los viejos, niños míos, tienen tristezas y desconsuelos que vosotros no conocéis, y le alegran los juegos inconscientes, las risas locas de los niños.

        Por otra parte, pocos son los abuelos que no quieren a sus nietos, con pasión más grande de lo que quisieron a sus propios hijos.

        Y os digo esto, para que comprendáis cuánto respeto y cariño debéis al viejecito de la casa.

Pues bien, volviendo al ciego Lucas, ocurrió un día que, paseando por los alrededores de la quinta, dejó abandonada a su abuela, y se puso a corretear.

        -¡Muchacho ven acá!- decía la anciana adelantando un paso tras otro, penosamente.

        Lucas no hacía caso.

        -Luquitas, hijo mío, no corras así que puedes caerte-continuaba la pobre vieja con ternura.

        Pero no fue Lucas quién perdió el equilibrio, sino la anciana.

        Como veía poco, se enredó con una zarza próxima al camino, y dio de bruces.

        Hubo necesidad de que acudieran los de casa y la transportasen en una silla. El resultado fue que la abuelita no pudiera moverse libremente, en el año escaso que le resto de existencia.

        Y ved ahora que ese ciego, que antes tenía unos ojos muy grandes y abiertos, como los tenéis vosotros, y no quería sustentar la endeblez de su abuela, necesita, para ir de acá para allá, que le guíe un lazarillo, otro pequeño como él lo era entonces.

        Y ved también que era rico y hoy es pobre, y no puede pagar lazarillo que le acompañe.

        ¿Queréis saber la causa de sus desdichas? Os la diré:

        Su falta de amor al trabajo le hicieron perder cuanto poseía, y sus vicios le ocasionaron la ceguera.

        ¡Cuánto sufre hoy el pobre Lucas, y cuán arrepentido debe de estar de la conducta que observó con su infeliz abuela!

        Porque el viejo, viejo y achacoso, necesita quien le guíe y sostenga, como su abuelita necesitaba de él, cuando Lucas era Luquillas. Luego debemos prestar todas nuestras fuerzas a los abuelitos: lo uno, por sus años, que más tarde tendremos nosotros, y además porque, amándoles entrañablemente, correspondemos a los sacrificios que por nosotros hacen nuestros padres.

        El niño debe querer y respetar a su abuelo, que le consagra ternura de niño grande.

        Los abuelos han sido nuestro sostén cuando nosotros éramos débiles: justo es que les prestemos nuestras fuerzas cuando necesitan de nuestro apoyo.

        Preceptos morales:

        ¿Qué sabemos del ciego Lucas?

        ¿Qué conducta observaba con su abuelita? ¿Qué otros defectos tenía?

        ¿Qué desgracia ocasionó el proceder del niño Lucas?

        ¿Faltaba gravemente este muchacho? ¿Por qué?

        ¿Cuál es hoy la situación de Lucas? ¿Por qué causa? ¿Debe sentir remordimiento?

        Lenguaje:

        ¿Historia? ¿Lo contrario de historia?

        ¿Lazarillo?

        ¿Lugarejo?

        ¿Nieto? ¿Lo contrario de nieto?

        ¿Báculo?

        ¿Urgente?

        ¿Refunfuñar?

        ¿Quinta?

        ¿Endeblez?

        ¿Achaque?

        ¿Achacoso?

¡En Nochebuena se deberían olvidar y perdonar todos los agravios!

Parte de la vida I-El individuo-La familia: Nochebuena feliz.

¿Qué tiene Adolfito tan enfadado y hosco?

Hace más de una hora que se halla en aquel rincón, casi en cuclillas, fruncido el ceño.

Atareada la madre, no se había fijado aún, y no era extraño, porque ¡válganos con el tráfago de aquel día!

Como que en aquella casa congregábanse, en torno de la mesa, todos los parientes la Nochebuena, y erase allí, verdaderamente, noche solemne de paz y de amor.

Una de las veces que la madre pasaba dando órdenes, reparó en el niño y se detuvo:

-¿Qué tienes? Preguntó a Adolfo.-¿Te has peleado con tus primitas?

-No, mamá-repuso el niño.- ¿Sabes lo que ocurre? Que yo no cenaré esta noche.

-¿Cómo, hijo mío? ¿Te ha castigado papá?

-No, mamá; pero yo no probaré bocado, porque el abuelito no lo probará tampoco.

-Pues, ¿Qué le pasa? Este mediodía estaba muy bien.

-Ya sabe, mamá, que el abuelito suele estar triste porque papá y el tío Anselmo no son amigos. Pero hoy lo está mucho más porque el tío, la tía y su Merceditas no cenarán con nosotros, y siempre habían celebrado la Nochebuena en esta casa. Yo también estoy muy triste, mamá. ¿Por qué no son amigos papá y el tío Anselmo?

-¡Hijo de mi corazón!-exclamó la madre conmovida.- ¡Si papá te hubiera oído! Pero no, no digas nada a papá ni al abuelo, tampoco. Anda, ve corriendo a casa del tío Anselmo y di que papá les espera a todos para cenar. Tú te vienes con ellos.

Adolfo echó a correr como pájaro al que sueltan las alas.

Llegado el momento de la cena, todos los parientes se hallaban reunidos, menos el tío Anselmo y su familia.

El abuelo que estaba meditabundo, preguntó de repente, encarándose con su hijo:

-¿Dónde está el niño? ¿Le has castigado?

En esto, se abrió la puerta y penetraron Anselmo y los suyos; aquél llevando a Adolfo de la mano.

-¡Abuelito! – gritó el niño- te traigo al tío Anselmo. Papá ya le quiere. ¿Verdad, papá?

El padre, emocionado, se adelantó, alargó la mano a su hermano y besó amorosamente al buen Adolfo. Y el abuelo, al ver la inesperada reconciliación de sus dos hijos, con voz sofocada por la emoción, les dijo estas palabras:

-En este día, se deben olvidar y perdonar todos los agravios. Era la primera vez que en esta casa no se hacía así, y yo me habría muerto de pena. Hijos míos, no olvidéis nunca estas palabras de Jesús:

<<Amaos los unos a los otros.>>

La bondad de corazón triunfa de todos los obstáculos: sed siempre buenos.

Debemos amar a nuestros semejantes, y, singularmente, a nuestros parientes y allegados.




Preceptos morales:

¿Qué iba a celebrar esta familia?

¿Cómo celebraban la Nochebuena?

¿Quién estaba acongojado? ¿Por qué?

¿Cómo se supo la pesadumbre del abuelo? ¿Era justificado su pesar? ¿Por qué lo era?

¿Cómo hicieron las paces el papá de Adolfo y su hermano Anselmo?

¿Qué les dijo el buen abuelo?

¿Obro bien la madre de Adolfo? ¿Por qué, si?

Lenguaje:

¿Hosco?

¿Estar en cuclillas?

¿Congregarse? ¿Lo contrario de congregarse?

¿Qué es la Nochebuena?

¿No probar bocado?

¿Meditar…meditabundo?

¿Lo contrario de olvidar?

¿Olvidadizo?