El gobierno ultima un nuevo impuesto para gravar a
los ejecutivos con blindajes: el
ejecutivo prepara una tasa para las indemnizaciones de la alta dirección en el
sector privado. El diseño final aún no está decidido, pero el objetivo es
aplicar lo antes posible el máximo impuesto a todas las indemnizaciones que,
por ejemplo, superan los 45 días por año trabajado en altos salarios. Las
indemnizaciones por despido o cese de actividad son consideradas rentas de
trabajo y ya tienen un trato más duro en el IRPF cuando superan los 300.000.
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