El presidente del gobierno, Mariano Rajoy,
está empeñado en que este año las pensiones se actualizarán en función del
desvío del IPC de noviembre, tal y como marca la ley general de seguridad
social. Sin embargo, la revisión de las pensiones supondría un gasto de entre
2.000 y 2.500 millones de euros, lo que podría impedir que España cumpla con el
objetivo del déficit.
El secretario de estado de la seguridad social, Tomás
Burgos, ha asegurado que las pensiones "se van a subir de acuerdo con el
criterio vigente de actualización". Las pensiones aumentaron en enero
un 1%. Los datos que maneja el Ministerio de Empleo estiman que
cada décima de desvío de la inflación cuesta a las arcas públicas 100 millones
de euros correspondientes a la actualización de este ejercicio y otros 100
millones en 2013 para consolidar este desvío en la nómina de los pensionistas.
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