miércoles, 28 de noviembre de 2012

Huérfanos: ferroviarios del ayer


 

Cuántos sentimientos tenemos todas dentro de ese colegio.

Hemos pasado tantos años viviendo en esa casa, que para nosotras lo era.

Recuerdo de otro encuentro anterior por el año 1996-97

Antigua alumna del mejor colegio. El lugar donde hemos vivido tantas y tantas cosas juntas, para nosotras era nuestra casa, y nosotras que nos consideramos hermanas. Para nosotras tiene un valor sentimental más que el material, yo pase siete años, parte de mi niñez y mi juventud y para mí es como si fuera mi casa.

Obra magnífica que con gran esfuerzo levantaron nuestros padres ferroviarios, son tantas vivencias vividas, tantos recuerdos, que no hay palabras. Somos cientos los antiguos alumnos de los CHF.

Igual que si de mi casa se tratara. En él viví mi infancia y adolescencia. Siento que la obra magnífica que con gran esfuerzo levantaron nuestros padres ferroviarios.

Grato recuerdo siempre de mis años en el colegio de Alicante este año voy de vacaciones a Alicante aunque el colegio es ahora creo un conservatorio de música. Yo estuve los años 66 y 67 me acuerdo de Sor Salomé estaba en el coro y yo participaba en el coro y también leía en la iglesia las lecturas. El año que mocedades canto ERES TU en el festival de eurovisión yo estaba en el colegio. Compartimos coro y dormitorio, viajábamos, además en el mismo tren en los viajes de ida y vuelta.

Tocaba la batería por si os sirve de referencia en Alicante.

Los que desgraciadamente hemos tenido que pasar por un CHF sabemos a qué te refieres con lo de la poesía, mas si como yo tienes que ingresar con 8 años y das con Las Hermanas de la Caridad.
Nos daban más palos que a una estera las hermanitas.

Al ver la poesía se vino a mi mente los recuerdos de aquellos tiempos y las tardes que pasábamos cantado el burrito platero y la de eres alta y delgada en la entrada de la enfermería, y todo para el concurso del chocolate dulcinea en el cual yo participe y nunca podre olvidar.
Me acuerdo mucho de todos los compañeros o hermanos, que es como vivíamos y éramos felices a pesar de la gran desgracia de ser huérfano en aquellos tiempos.

Mi Padre estudió en CHF, 3 años de su niñez en Ávila, desde 1970 a 1977 en León y en su último curso estuvieron en obras y terminó en Madrid.

Es una sensación extraña cuando recuerdo esa etapa de mi vida, puede que hasta contradictoria.
Si no fuera por esta asociación a la que pertenecía mi padre, ni yo ni mis hermanas hubiéramos tenido la formación que tenemos, mi madre, viuda no, nos la podía dar, pero es "jodido" vivir solo sin tu padre, tu madre, tus hermanos, currártelo todo tu solo.

Para mi fueron unos años muy bonitos, aunque me faltaba lo principal
mi madre, tengo buenas amigas, volvería a
repetir todo lo que pase allí.

Los recuerdos se me amontonan, los palos de las hermanitas de la caridad sobre todo de Sor Maria, los que nos daba el "patinamoscas" en León o el "Trazan" en Madrid.
Aun así nos sentíamos en familia, entré con 7 años, salí con casi 18 (1969-79) y aunque no llegue a conocer a mi padre mucho ya que nos dejo cuando yo tenía 4 años, el CHF es lo más grande que nos dejo a mi hermano y a mí, con el tiempo uno se da cuenta de ello y cuando uno se hace mayor y tiene hijos, le intenta enseñar esos valores aprendidos junto a vosotros y que siempre los guardaremos en nuestros corazones.
Si hay algo ligado al ferrocarril son los ferroviarios, obviamente. Y nada más sentimental que la infancia en una estación. Cantera de aficionados porque siempre detrás de cada uno hay aquella nebulosa de recuerdos vagos e intensos, de nuestra infancia y adolescencia llenas de recuerdos que en mi caso fueron en la estación de Sevilla plaza de Armas, la entrañable estación de Córdoba, en aquellos lejanos 60 y 70....donde recuerdo aquellos ferroviarios que paraban en un bar próximo a la estación que era propiedad de mi abuelo.
Pero destaco a dos de ellos, en aquel mundo de buenos y malos de la infancia, el malo, un individuo de la temida gua policía ferroviaria, afecta a la Guardia Civil, apodado "lecherito “no porque vendiera leches si no por las que repartía....... de escaso tamaño pero de una malaleche contrastada que era el terror de la estación, recuerdo que empezaba la ronda por el andén 4 donde ponían al expreso de Madrid al que inspeccionaba, seguía por el removido y los almacenes, llegaba al puente de señales y de ahí bajaba al andén 1,donde estaba el WC que estaba muy concurrido, como el de tantas estaciones.... y ante su presencia se desalojaba rápidamente....tenía una pistola del 9 largo que cuando se agachaba a ver quien estaba debajo de los vagones rozaba con el suelo y te mirada terriblemente cuando se cruzaba contigo y era mi peor enemigo porque no me dejaba pasar de los andenes hacia aquel mundo mágico que había tras las vías en curva donde aparecían de repente ferrobuses y omnibuses con cinco mil tiradas por Alco 2100 y 1600 de las vías donde estaban las casetas de agujas y los puentes de señales donde los semáforos ,agujas ,discos bajos, etc..Se movían solos....accionados hidráulicamente por una caseta cuyo motor de pesas sonaba rítmicamente, que podía oír sentado en un banco de azulejos donde ponía MZA.
Pero había una forma de entrar a ese paraíso mas allá de los andenes, una puerta en mitad de la tapia de la larguísima calle torneo que separaba las vías de la ciudad y que usaban los ferroviarios para no tener que dar un rodeo entrando por la estación. Pero allí estaba "lecherito" esperándome para llevarme junto mi abuelo advirtiéndome los peligros que tenían las vías y que yo desconocía....quizá evito alguna desgracia y que me recordaba cuando tomaba café antes de empezar la ronda....el bueno era un mozo de anden que llevaba las maletas, Manolo "tragatapas" por cómo se las comía de una vez aquella magnifica ensaladilla que hacían en el bar de mi abuelo, en las horas muertas me contaba historias de ferroviarios antiguos, de la MZA y de la guerra civil...yo tenía 10 años y mi mente era una esponja que se empapaba de aquellos relatos, y le page con lo único que podía hacerlo, el era analfabeto y le enseñe a contar de uno a cien para que conociera el significado de esos garabatos de tiza, que ponían en las maletas....y en su gratitud me enseño un hermoso secreto de la estación. Debajo del reloj de la fachada de la estación hay un azulejo, que forma un caprichoso arabesco que con bucles y aristas une las siglas MZA y 1874 en una misma palabra, año en que llego el tren a la primitiva estación, lo que se puede ver hoy en día...
Manolo, Ufano me decía, esto me lo dijo un tal Jacques que era un ingeniero Francés al que yo le lleve las maletas hace muchos años, cuando vino a la Feria de Abril y que trabajo en el diseño de la marquesina de esta estación y que la proyecto su jefe ese que hizo esa torre tan famosa que hay en Paris......
Ayer le mostré a mi hijo que tiene 10 años, el azulejo y en la estación que hoy es un centro comercial, ya no están mi abuelo, ni "tragatapas “ni esta "lecherito" para meterle miedo, pero quizás le acechen otros peligros...no se, pero la memoria me hirió, como a tantos de vosotros....
Sirva lo anterior de homenaje a aquellos ferroviarios del ayer, a sus vivencias y mis recuerdos, hasta siempre plaza de Armas, tus atardeceres, tu luz especial, tus mosquitos, tu olor a jazmín en verano, carbonilla y grasa.


 

 

1 comentario:

  1. Yo fui alumna del colegio de huerfanos de ferroviarios de alicante, entre los años 1972,1977

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