El trastorno histriónico de la personalidad es un trastorno
de la personalidad del grupo B (desórdenes dramáticos, emocionales,
o erráticos). Los individuos que lo padecen siguen un patrón general de
excesiva emotividad y búsqueda de atención.
Las
personas con trastorno de personalidad histriónica suelen expresar sus
emociones de manera exagerada. Suelen ser vanidosas y egocéntricas, y se
sienten incómodas cuando no son el centro de atención. A menudo son seductoras
en apariencia y comportamiento, ya que les preocupa mucho no serlo. Buscan
continuamente a alguien que les tranquilice, que apruebe lo que hacen, y pueden
enfadarse cuando alguien no les atiende o halaga. Suelen ser impulsivos y poco
tolerantes a la frustración.
Su
estilo cognitivo es extremista, tienden a ver todo en términos de blanco o
negro. Su discurso a menudo carece de detalles y es exagerado.
La
mayor tasa de personas que sufren este trastorno son mujeres, lo cual hace
pensar que la naturaleza de este trastorno y algunas características que lo
definen son estereotipos de la mujer de la sociedad occidental.
Hay
poca investigación sobre las causas y tratamiento de este trastorno. Los
antiguos filósofos como Hipócrates pensaban
que la mayor parte de las enfermedades inexplicables que sufren las mujeres se
debe al útero (histeria) que "erraba por el cuerpo".
Existen
hipótesis que relacionan este trastorno directamente con el trastorno
de personalidad antisocial, ya que las características de
personalidad coinciden mucho. En un estudio se vio que alrededor de 2/3 de la
gente diagnosticada con trastorno histriónico cumple también criterios de
trastorno antisocial. Por lo que se piensa que ambos trastornos tienen un
origen común, y su manifestación depende del sexo (en hombre derivaria en un
trastorno antisocial y en mujeres en un trastorno histriónico). Esto concordaba
con la idea de que el trastorno se caracterice por una expresion exagerada de
los estereotipos del sexo, en el caso de los hombres con violencia, y en el
caso de las mujeres con dependencia.
Un patrón general de excesiva emotividad y una búsqueda de atención,
que empiezan al principio de la edad adulta y que se dan en diversos contextos,
como lo indican cinco (o más) de los siguientes ítems:
1. no se siente cómodo en las
situaciones en las que no es el centro de la atención.
2. la interacción con los demás
suele estar caracterizada por un comportamiento sexualmente seductor o
provocador.
3. muestra una expresión
emocional superficial y rápidamente cambiante.
4. utiliza permanentemente el
aspecto físico para llamar la atención sobre sí mismo.
5. tiene una forma de hablar
excesivamente subjetiva y carente de matices.
6. muestra autodramatización,
teatralidad y exagerada expresión emocional.
7. es sugestionable, por
ejemplo, fácilmente influenciable por los demás o por las circunstancias.
8. considera sus relaciones más
íntimas de lo que son en realidad.
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