Una mujer
sexy alborota el deseo, la sensualidad despierta los sentidos. La sexualidad en
ellas no va más allá de un cuerpo bonito y poca ropa; la sensualidad es
cuestión de actitud, innata o aprendida, y los hombres la relacionan con
detalles específicos que hacen deseable a una mujer.
Más que la
belleza, grandes cualidades de ama de casa, o una madre modelo; el hombre desea
sensualidad en su pareja. Una compañera que sepa hacerle sentir su singularidad
vale para él más que nada en el mundo.
“Aun si se
tienen feas rodillas, pecho plano, pies grandes, celulitis o poca cintura,
puede aprender a hacer que él se sienta querido, deseado y admirado, y
conseguir así maravillosos beneficios, tales como la enriquecedora experiencia
de una vida sexual realmente gozosa y satisfactoria”.
Más allá
de lo físico
Para el común de los hombres, la mujer sensual no tiene que ser bella o voluptuosa, tener grandes senos y caderas, o perecer una modelo de la revista Playboy. Ellos relacionan la sensualidad con un gesto provocativo, una mirada pícara, labios rojos, manos bien cuidadas y todo un arsenal de mensajes subliminales.
Para el común de los hombres, la mujer sensual no tiene que ser bella o voluptuosa, tener grandes senos y caderas, o perecer una modelo de la revista Playboy. Ellos relacionan la sensualidad con un gesto provocativo, una mirada pícara, labios rojos, manos bien cuidadas y todo un arsenal de mensajes subliminales.
Hay
quienes aseguran que la sensualidad nace con la mujer y lo que se aprende en el
camino es la coquetería, dos cosas totalmente diferentes. Las mujeres sensuales
abundan en detalles, pero no son ciento por ciento perfectas; la naturalidad
las hace más apetecibles.
Asombrosamente,
se relaciona la sensualidad con una personalidad bien definida y los pies
puestos sobre la tierra, y no con labios carnosos y curvas prominentes. Está
claro que los hombres desean poseer mujeres perfectas, pero se inclinan más por
aquellas que los hacen sentirse que la perfección está en ellos.
Siempre
listas
La sensualidad en la mujer tiene que ver con su disponibilidad y capacidad para comprender al hombre. Amarlo y desearlo, pero no convertirse en su sombra; eso significa que ella debe tener suficiente confianza en sí misma como para soltarlo y saber que el regresará por voluntad propia.
La sensualidad en la mujer tiene que ver con su disponibilidad y capacidad para comprender al hombre. Amarlo y desearlo, pero no convertirse en su sombra; eso significa que ella debe tener suficiente confianza en sí misma como para soltarlo y saber que el regresará por voluntad propia.
En la
intimidad, la mujer sensual es una mezcla de soltura, provocación, dulzura y
misterio. Para ella el sexo es algo natural, digno de disfrutarse a plenitud;
pero no se comporta como una artista porno. Camina al ritmo del hombre y le
sirve de guía sin palabras, lo seduce y se entrega sin reparos ni inhibiciones.
La mujer
sensual se comporta frente a su amante como una golosa ante un exquisito
postre: “Lo come todo, pero poco a poco, para no acortar el placer que está
sintiendo”.
La mujer
sensual disfruta de su cuerpo porque lo conoce y sabe que el placer no depende
más del hombre que de ella misma. “Es una compañera capaz de sentir y de hacer
sentir sin egoísmos”.
Temor
masculino
Paradójicamente, los hombres atesoran una mujer sensual pero le temen. Esa aptitud depende del grado de inseguridad que manejan ellos, frente a una mujer con una personalidad imponente, segura de sí misma, libre, sin tabúes, capaz de resolver cualquier situación y autosuficiente.
Paradójicamente, los hombres atesoran una mujer sensual pero le temen. Esa aptitud depende del grado de inseguridad que manejan ellos, frente a una mujer con una personalidad imponente, segura de sí misma, libre, sin tabúes, capaz de resolver cualquier situación y autosuficiente.
“El hombre
latino se siente intimidado, le parece que esta mujer no lo necesita para nada.
La desea pero es incapaz de conservarla porque involuntariamente pisotea el
estereotipo de la mujer sumisa (http://www.youtube.com/watch?v=5cyaClF6W3Y),los hombres desean poseer mujeres
perfectas que de manera ilusoria lo hace
sentirse importante. Sin embargo, la verdadera mujer sensual lo hace sentir
único sin menospreciarse a sí misma”. l
Lo
que ellos no soportan
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1) Inseguridad. La mujer insegura trasmite
necesidad de atención todo el tiempo.
2) Violación a la privacidad. La mujer
que todo lo revisa y todo lo quiere saber.
3) Las constantes quejas de la
mujer insegura. Hacerse la víctima frente al hombre, la mujer quejumbrosa y
peleona.
4) La mujer insegura, es una
mojigata. Adopta la pose virginal, se empeñan en tapar su desnudez a toda
costa y de todo se asombran.
5) Las poses de la mujer insegura.
Sea de modelo, de víctima, de madre, de intelectual o de cualquier otra cosa
que no sea natural para su pareja.
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La
mujer perfecta
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Ellos
la prefieren trabajadora, aventurera, económicamente independiente,
comunicativa, considerada, sexualmente liberada
y segura de sí misma. Su mujer ideal es innovadora y le gusta experimentar y la define como segura de sí misma y que sabe lo que quiere en la intimidad. Segura de sí misma y que sepa lo que quiere, innovadora en la intimidad, Con éxito profesional, económicamente. Que si no está de acuerdo en algo lo diga. Que comparta aficiones con su pareja. |
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