El mercado norteamericano está cambiando a una velocidad endiablada,
hasta tal punto que las viviendas embargadas han dejado de ser un chollo para
el comprador norteamericano. La competencia de inversores y primeros
compradores de vivienda ha permitido a las entidades vender sus viviendas
sin descuentos, cuando tras el crash inmobiliario llegaron a venderse de forma
habitual con descuentos superiores al 20% respecto al resto de las viviendas
del mercado.
El economista jefe de zillow, Stan Humphries, indica que los compradores
que adquieran ahora una casa obtendrán algún descuento dependiendo del mercado
pero cree que recibirán una rebaja inferior a la que podrían haber logrado si
hubieran comprado a finales de 2009.
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