Las
estadísticas publicadas en los últimos días sobre Alemania corroboran que la locomotora alemana se está frenando.
La caída de las exportaciones, más de lo esperado, y el menor crecimiento de su
producción industrial señalan un cambio de tendencia en la economía alemana, la
única que hasta ahora ha logrado soportar el rebrote de la crisis en Europa.
La
desaceleración de Alemania, sumado a la
entrada en recesión de Francia, aboca a la economía del
conjunto de la zona euro de
vuelta a una contracción. Los expertos creen que solo un buen
comportamiento de la demanda interna germana podría compensar en cierta medida
la caída de las exportaciones. Sin embargo, el Bundesbank ya ha revisado a la
baja sus previsiones sobre este dato, dado que ahora calcula que el consumo
alemán crecerá un 0,6% en 2012 frente al 1% estimado inicialmente
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