Durante
el verano es habitual que el gasto familiar se incremente. El buen clima, las
vacaciones, el tiempo libre de los niños... todo ello favorece un mayor
dispendio.
Sin
embargo, con los recientes ajustes aprobados por el Gobierno español esta
costumbre cambiar. Y es que llevar a cabo sostenibles pautas de ahorro resulta
cada vez más imprescindible para cuadrar las cuentas de las economías
domésticas. La época estival supone una buena oportunidad para poner en
práctica sencillos hábitos de ahorro.
La simple adopción de
un comportamiento responsable en el hogar permite un notable ahorro en las
facturas de la luz o electricidad, el gas o el agua. Estas son algunas
pautas.
Apagar las luces: prescindir de la iluminación artificial cuando
no es necesaria para reducir su consumo, máxime en verano cuando las horas de
luz natural se incrementan.
En el primer trimestre
de 2012, las familias españolas han gastado más de lo que han ingresado por
primera vez desde el año 2000, momento en el que el Instituto Nacional de
Estadística (INE) comenzó con la publicación de dichos guarismos. La tasa de
ahorro ha caído hasta el 10,2%, con un montante negativo de 911 millones de
euros, y la renta disponible de los hogares y las instituciones disminuyó el
1,3% en tasa interanual, hasta los 165.838 millones de euros. Ante la creciente
disminución de ingresos que viven los hogares y los recientes ajustes del
Gobierno, seguir unas pautas de ahorro se hace indispensable.
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