El presidente de EEUU, Barack Obama, y su rival
republicano, Mitt Romney, se vieron
ayer las caras en el primer debate en la carrera por la casa blanca. Para
atacar a Obama, el aspirante republicano no dudó en cuestionar el modelo
español, al asegurar que el gobierno de ese país trata de recaudar vía
impuestos el dinero necesario para costear una administración gigantesca e
ineficiente.
Así, Romney
utilizó el tamaño de la deuda
de EEUU y la carga fiscal para atacar a Obama. Además, criticó
que el actual ejecutivo de la casa blanca ha regulado de forma
"excesiva" la industria del país, lo que ha limitado su desarrollo.
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