El Grupo
Popular ha presentado una serie de enmiendas a la reforma financiera del pasado
mes de agosto. Entre las propuestas destaca la modificación de la ley del impuesto sobre transmisiones
patrimoniales y actos jurídicos (ITP) para declarar exentas de este tributo a
las transmisiones de activos (créditos adjudicados) desde las entidades financieras al banco
malo.
según
explica la formación, el objetivo es facilitar la puesta en marcha de SAREB,
nombre oficial del banco malo, mediante un tratamiento fiscal neutro de la
transmisión de activos a esta sociedad, dado que está será obligatoria para las
entidades con ayudas públicas (en especial, las participadas mayoritariamente
por el FROB). No obstante, la
venta de activos a los compradores finales sí pagará este impuesto
Además,
SAREB tributará en el tipo
general del impuesto de sociedades por los beneficios
obtenidos, mientras que los de su fondos (FAD) tributarán al 1% como cualquier
fondo de inversión y los no residentes estarán exentos de los rendimientos
obtenidos por la inversión en estos fondos.
El Estado vigilará el banco malo
Por
otro lado, el Estado podrá intervenir el banco malo en caso de desviaciones o
supuesto de extrema gravedad. El seguimiento de la sociedad de gestión de
activos del ladrillo se realizará a través de una comisión.
Así,
una de las enmienda propone la creación de una comisión de seguimiento del
cumplimiento de los objetivos generales de la SAREB, que analizará el plan de
negocio y planes de desinversión y de amortización de deuda avalada.
La
comisión estará integrada por representantes del Ministerio de Economía y
Competitividad (que presidirá la comisión y tendrá voto de calidad), el
Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, el Banco de España y la
Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
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