domingo, 2 de junio de 2013

El despecho masculino es un tabú...

...del que no se habla mucho. Y es que hay quienes aseguran que son ellas las dueñas de un rencor peligroso: sus venganzas siempre cumplen con su objetivo; sin embargo, basta con abrir el periódico y leer los crímenes pasionales cometidos por hombres para darnos cuenta de lo que somos capaces de hacer. Nosotros no planeamos, simplemente tiramos del gatillo.

Si de sobrevivir al despecho se trata, lo mejor es darle la vuelta a la hoja y seguir adelante, pues equivocarse una vez es suficiente para no volver a caer en el error. Pensemos en el futuro. Recordemos que nadie es culpable. No inventemos motivos para odiarla. Aceptemos que las cosas cambiaron.

Debido a esta situación, el despecho masculino es definido como una línea pequeña entre la pasión y el desprecio. Los psicólogos Vladimir y María Mercedes de Gessen, especialistas en el tema, afirman que los despechados son aquéllos que no deseaban terminar la relación y, por lo tanto, pasarán por una experiencia dura y amarga, que los inundará de rabia, frustración y resentimiento. Explota en ellos un fuerte resentimiento contra su pareja, lo cual puede llevarlos a la obsesión y a la desesperación. Y es que muchos de nosotros no nos sumergimos en el llanto con recuerdos del pasado, sólo ahogamos nuestro dolor en la venganza y el rencor.

 
 

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