viernes, 17 de mayo de 2013

La primera etapa...

...la del conocerse, ¡es la decisiva!

Es precisamente en esta etapa en la que, por falta de conciencia de los mismos, se cometen la mayor parte de los errores. Precisamente en esta etapa la mayoría de los hombres se despiden precipitadamente de las mujeres sin darles la oportunidad de llegar a conocerlos. A menudo, incluso, este quiebre de contacto es tan abrupto y anticipado que no se llega ni siquiera al punto de considerar la idea, si el uno podría armonizar con el otro o no.

La razón fue simplemente que no sentía por ellas lo suficiente. Claro que sentía un enorme cariño por ellas… pero, amor?

Por otro lado corría atrás de mujeres que idolatraba, no precisamente porque fueran guapas o porque tuvieran una hermosa figura, no era por eso…

sino porque habían activado precisamente esa palanca invisible que incontroladamente hacía que me enamorara de ellas platónicamente.

¿Pero cómo? ¿Por qué me enamoraba ardientemente de una mujer y con las otras permanecía frío como un témpano, aún cuando las otras eran más amables, más solícitas, me daban todo lo que les pedía y cuando las llamaba estaban siempre dispuestas?

Descubrí que hay una estructura o un esquema que pauta el proceso de enamoramiento, una estructura que siempre se repite; y esta estructura está íntimamente relacionada con el comportamiento de una mujer, no con su aspecto físico.

Muchas mujeres reducen su persona meramente al aspecto físico: a sus cualidades corporales, a su belleza. Las cualidades corporales de una mujer despiertan por cierto el interés de un hombre, mas no sus sentimientos profundos.

Un hombre debe despertar un fuerte sentimiento por una mujer, sólo así puede crecer en él el deseo de comprometerse emocionalmente con ella y establecer un vínculo afectivo, una relación estable.

Ahora desafiar su amor - mantenerlo cautivado en una relación feliz a bases de regalos y caprichos...eso nunca enamora a un hombre…el hombre utiliza lo que la mujer le ofrece, pero enamorarse jamás…la utilizará hasta que el día menos pensado sienta la necesidad de llenar su corazón…será un esclavo en agradecimientos en las ocasiones que haya que regalar un abrazo, un beso, una noche de placer…un gigoló…pero es hombre agradecido en cariño hacia la mujer que le ofrece su amor a cambio de una esperanza incierta y patética…pero es elección de la mujer.

Ahora como mujer sé lo que he hecho “mal“ todos estos años y que el éxito en el amor no tiene nada que ver con la belleza, el nivel de cultura o la apariencia social, sino que mediante la propia conducta puede ser determinante.

Yo creo que se trata solo de que a partir de una pequeña semilla, se consolide una relación.

Si te has enamorado alguna vez, no desfallezcas…lucha por ell@...el amor no viene añadido a nuestras vidas…nos llega cuando menos nos lo esperamos...si tenemos que cambiar hábitos dañinos...porque no hacerlo por un amor verdadero...
 

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