Queremos mostrarte las diferentes actividades que se
pueden realizar en Tarifa a través de nuestra experiencia como residentes que
somos en Algeciras.
Tarifa ofrece una múltiple variedad de actividades y
se ha convertido en el paraíso de los deportes de viento. A todos cuando
viajamos nos gusta sentirnos como en casa, saber dónde se encuentran los
mejores sitios para ir a comer, de playas, de compras y hospedarte sin sentirte
perdido.
Tarifa es el municipio situado más al sur de España y de Europa.
Se encuentra en la provincia de Cádiz, en la llamada Costa de la Luz, ocupando
la parte occidental de la comarca del Campo de Gibraltar, dentro de la
Comunidad Autónoma de Andalucía. En 2007 contaba con 17.619 habitantes. La
ciudad está localizada en la zona más angosta del Estrecho de Gibraltar, a
catorce kilómetros de Marruecos como máximo, frente a las aguas las aguas del
Mediterráneo y las del océano Atlántico, divididas por el istmo llamado Punta
de Tarifa o marroquí, punto más meridional de la ciudad. El mar y el viento de
la zona es un atractivo bien conocido por los surfistas.
Tarifa conserva arte desde la antigüedad prehistórica: hay más de medio centenar de cuevas y abrigos con arte rupestre, pertenecientes al conjunto conocido localmente como arte sureño. De todos estos yacimientos destaca la Cueva del Moro con grabados de caballos de una antigüedad de 20.000 años.
De época romana pueden visitarse las ruinas de la ciudad de Baelo Claudia (Bolonia), en las afueras de Tarifa, están datadas en el siglo I a.C., y cuentan con teatro, cementerio, termas y vestigios de sus fábricas de salazones, especialmente dedicadas a elaborar garum, una salsa hecha con vísceras de pescado (atún en esta zona) que se importaba a Roma.
La historia de la ciudad encerrada en su casco antiguo ha sobrevivido en gran parte gracias a sus murallas, el monumento más importante es sin duda el Castillo de Guzmán el Bueno, de origen musulmán y con más de diez siglos a sus espaldas, sin olvidar otros enclaves: el Castillo de Santa Catalina, y torres como: la de Cabo de la Plata; la Torre de Guadalmesí; la de Las Palomas; la de Punta Camarinal; la Torre del Rayo y la de La Peña.
Tarifa conserva arte desde la antigüedad prehistórica: hay más de medio centenar de cuevas y abrigos con arte rupestre, pertenecientes al conjunto conocido localmente como arte sureño. De todos estos yacimientos destaca la Cueva del Moro con grabados de caballos de una antigüedad de 20.000 años.
De época romana pueden visitarse las ruinas de la ciudad de Baelo Claudia (Bolonia), en las afueras de Tarifa, están datadas en el siglo I a.C., y cuentan con teatro, cementerio, termas y vestigios de sus fábricas de salazones, especialmente dedicadas a elaborar garum, una salsa hecha con vísceras de pescado (atún en esta zona) que se importaba a Roma.
La historia de la ciudad encerrada en su casco antiguo ha sobrevivido en gran parte gracias a sus murallas, el monumento más importante es sin duda el Castillo de Guzmán el Bueno, de origen musulmán y con más de diez siglos a sus espaldas, sin olvidar otros enclaves: el Castillo de Santa Catalina, y torres como: la de Cabo de la Plata; la Torre de Guadalmesí; la de Las Palomas; la de Punta Camarinal; la Torre del Rayo y la de La Peña.
El castillo de Guzmán el Bueno es el monumento
por excelencia de la ciudad de Tarifa. Está situado en una elevación del
terreno, frente al mar. De aquí parte la muralla que rodea a Tarifa. Fue
construido en piedra en el año 960 por orden del califa Abderramán III, sobre
las ruinas de un antiguo poblado romano. El alcázar fue posteriormente ganado
por los cristianos, en 1292. Su planta es trapezoidal, situándose en los
ángulos torres cuadradas, guardando una distancia de separación equidistante
entre ellas, dando impresión de solidez. Su interior está formado por dos
patios de armas, separados por una galería de dos plantas. Adosadas a las
murallas, existen largas y estrechas naves de carácter militar. La base de la
defensa del castillo es la parte superior de las murallas (adarve), rematada
con almenas. De las quince torres originales del siglo X, macizas y de altura
superior a los muros, faltan hoy dos del sector este que nunca se
reconstruyeron. En el siglo XIV se abrieron ventanas y se levantó una
impresionante torre del Homenaje, al sur, que originalmente tuvo el doble de la
altura actual. La puerta principal del castillo se encuentra en la frente
oeste, defendida por dos torres. En la actualidad el exterior de esta puerta se
remata en un arco de medio punto, pero al parecer, fue de herradura en origen.
Además, el castillo o alcazaba tiene una puerta más pequeña en el lado este,
incluso se ha encontrado otra puerta secundaria más, en la muralla norte, pero
tapiada. El castillo de Guzmán el Bueno fue reformado para la defensa de los
piratas a principios del siglo XVII. En el siglo XVIII se adaptaron parte de
las murallas para la instalación de artillería.
El Torreón
El Torreón de Guzmán el Bueno
fue, para unos, construido por los almohades del siglo XII, para otros ya por
los cristianos en el siglo XIV. Se trata de una torre albarrana (separada del
castillo y unida a él mediante una muralla -coracha- de unos 40 metros). Es de
planta octogonal, hasta el siglo XIX medía 20 metros de altura pero en la
actualidad está igualada a la muralla. La torre quedaba en una de las esquinas
del recinto amurallado. Esta torre fue construida en argamasa, y se la conoce
por el nombre de torre de Guzmán el Bueno, en honor a este personaje. La
historia cuenta que dejó que degollaran a su hijo - incluso él mismo facilitó
el puñal - antes que entregar la plaza. Junto a la puerta del castillo, a los
pies de la torre octogonal hay un monumento dedicado a Sancho IV en el VII
centenario de la toma de Tarifa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario