Cuando un futuro inquilino comienza a buscar la que será su nueva vivienda o un propietario decide sacar al mercado del alquiler su piso, una de las primeras preguntas que surgen es si hacerlo a nivel particular o gestionarlo a través de un profesional inmobiliario especializado. esta última opción puede presentar un coste inicial, pero a la larga supone una serie de ventajas tanto para el propietario como para el inquilino, como son el asesoramiento a la hora de firmar el contrato o una mayor profesionalidad en la gestión posterior que evitará problemas, algo que hay tener en cuenta antes de la elección final.
La crisis ha provocado la salida al mercado del alquiler de un gran número de viviendas, de la mano tanto de particulares como de profesionales inmobiliarios. cada vez hay más familias que se deciden a apostar por el alquiler, más propietarios que se lanzan a alquilar su piso para obtener ingresos y también más profesionales que se especializan en ayudar tanto a los inquilinos a encontrar una vivienda como a los propietarios a alquilarla con seguridad, aumentando la profesionalización de este tipo de sector. Esta mayor profesionalidad trae una serie de ventajas, tanto para el propietario como para el inquilino, que son las siguientes:
a) ventajas para el casero de recurrir a un profesional para alquilar su piso.
1. cuidada selección del inquilino: cada día hay más miedo entre los propietarios a que el inquilino no pague. Así lo señala Antonio Carroza, consejero delegado de alquiler seguro, empresa especializada en protección a propietarios que realiza una cuidada selección del inquilino para identificar “aquellos que quieren y pueden pagar”. Con ayuda de su fichero de inquilinos morosos (FIM), alquiler seguro estudia a cada potencial inquilino para que el propietario sólo llegue a firmar el contrato con aquellos que sean solventes y fiables.
2. asesoramiento en la firma del contrato: algunos propietarios, desconociendo la ley, pueden tratar de incluir en el contrato cláusulas no permitidas, que se evitarían con un correcto asesoramiento. En esta línea, Pedro Hernández, abogado y ex secretario de la cámara de la propiedad urbana, pone como ejemplo que algunos caseros pactan una duración en el contrato de once meses para tratar de sortear la ley de arrendamientos, que faculta al inquilino a permanecer en la vivienda durante cinco años. “es algo que carece de todo fundamento legal y la sorpresa que se lleva el dueño es enorme pues contaba con recuperar ese piso”, argumenta.
3. gestión de las necesidades que surjan durante todo el tiempo de vida del contrato: algunas inmobiliarias añaden a la búsqueda del inquilino un servicio posterior a la firma del contrato que incluye la gestión del día a día del alquiler. Es el caso de renta casa, empresa especializada en alquileres en Málaga. Lola Navarro, gerente de renta casa, resalta éste como un valor añadido de su empresa, que añadió a su cartera de servicios tras homologarse por la junta de Andalucía.
b) ventajas de recurrir a un profesional para el inquilino
1. precios más baratos a la media de la zona: Carroza asegura que cada piso para el que su empresa busca inquilino tiene un precio mensual más económico que el precio medio para esa zona. “de este modo el piso es más interesante para el inquilino, mientras que al propietario le compensa porque sabe que a cambio se blinda contra un impago”, sentencia.
2. ahorro de tiempo: “el futuro inquilino gana tiempo al tener una gran cantidad de oferta concentrada en un profesional que le ayuda a buscar su casa, sobre todo si no está en la ciudad o si no tiene el tiempo disponible para hacer una búsqueda por su cuenta”, señala Navarro, como uno de las ventajas que encontrará el inquilino al recurrir a un profesional.
3. asegurar que los pisos en oferta están en buenas condiciones: Antonio Carroza asegura que su empresa revisa cuidadosamente cada piso que gestiona antes de alquilarlo para asegurarse de que cumplen los criterios de habitabilidad, lo que evita sorpresas posteriores para el inquilino una vez firmado el contrato de arrendamiento
4. profesionalidad en el tratamiento de los datos: hoy en día, precisamente por el miedo a un impago, tanto particulares como profesionales piden a los posibles inquilinos todo tipo de información personal y laboral: nómina, contrato de trabajo o incluso la declaración de la renta. “el inquilino es reacio a entregar este tipo de datos a un particular, pero sí suministrará la información para un estudio por parte de un profesional, que ofrece un tratamiento de la información acorde a la ley de protección de datos”, señala Carroza
5. asesoramiento en la firma del contrato para que no incluya cláusulas abusivas: como aquellas que pretenden cobrar fianzas exageradas o incluir términos claramente desmedidos.
Pero, ¿cuánto encarece el alquiler recurrir a un profesional?
Hay caseros e inquilinos que pese a todo lo anterior prefieren esquivar a los profesionales por el temor a que sus servicios les salgan caros. El abogado Pedro Hernández señala que los honorarios que cobra una inmobiliaria por gestionar un alquiler no están fijados por la ley, sino que este punto debe quedar claro tanto para el casero como para el inquilino antes de comprometerse.
Lo habitual está en torno a una o dos mensualidades de la renta, un gasto que se diluye en el tiempo cuando se permanece en el piso varios meses. Además, mientras algunas agencias cobran sus honorarios sólo al propietario de la vivienda, otras cobran la mitad al propietario y la otra mitad al inquilino. “es algo negociable, en función de cada caso”, señala lola navarro, quien recuerda a quien vea los honorarios como un freno a la hora de contar con un profesional inmobiliario que éste no se limita a enseñar el piso, “se trata de un equipo de personas trabajando antes y después de la firma del alquiler”.
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