El consejo de ministros ha aprobado el real decreto de ley de
reestructuración y resolución de entidades de crédito. Ésta es la tercera
reforma financiera instada por el ejecutivo de Mariano Rajoy. Según
explicó el ministro de economía y competitividad, Luis de Guindos, la
norma busca “garantizar un sistema financiero solvente” y que las entidades
“den confianza desde el punto de vista de su funcionamiento”.
La norma recoge seis tipos de medidas fundamentales:
1. un nuevo marco reforzado de gestión de situaciones de crisis de
entidades de crédito. Aquí, la asistencia o ayuda a la banca se articulará
de tres formas: intervención temprana (entidad con dificultades leves),
reestructuración (entidades con debilidades transitorias que pueden resolverse
mediante la inyección de fondos públicos) y resolución ordenada (entidades
inviables).
2. una nueva regulación del FROB que delimita sus competencias y
refuerza sus herramientas de intervención en todas las fases de gestión de
crisis. Así, tendrá una dotación en los presupuestos del estado y podrá
financiarse con terceros con un límite que para 2012 se fija en 120.000
millones de euros.
3. refuerzo de la protección a los inversores minoristas. En este
sentido, se introducen una serie de restricciones para la comercialización de
productos como las preferentes en el futuro.
4. un marco legal para la constitución de una sociedad de gestión de
activos (SGA), también conocido como banco malo.
5. un sistema de reparto entre el sector público y privado del coste
de los procesos de reestructuración derivado de la intervención en las
entidades.
6. otros aspectos como el refuerzo de los requerimientos de capital
que deben tener las entidades. Las exigencias actuales se transforman en un
único requisito del 9%. También se fijan nuevos límites a la remuneración
de directivos de entidades con ayudas y el traspaso de competencias al banco de
España.
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