miércoles, 13 de agosto de 2014

Un alma en vuelo.

Ya no puedo volar. Porque la felicidad es efímera y cuando no está duele. 

Un corazón herido es como una paloma que no puede volar, porque cortaron sus alas mientras volaba, y su caída al suelo fue tan brusca y dolorosa que pasará mucho tiempo en recuperarse. 

Pero no sabemos si podrá volver a abrir sus alas al viento. Ahora están cerradas y aquella palomita muy afligida, solo podrá curarla alguien que tenga mucho amor para ella,  sin hacerle más daño. 

Alguien que no límite su cariño. Que no le prohíba expresarse tal como es, con sus virtudes, defectos y errores. Porque sólo Dios mira hacia abajo y cura cualquier corazón herido para volver a amar.


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